LOS ÁNGELES — El miércoles pasado iba a ser un día de celebración para Kobe Bryant. Todo el mundo lo sabía y las señales estaban por todas partes. Afuera del estadio el ambiente era de fiesta. En la cancha había regalos para todos y arriba, globos morados y amarillos fueron amarrados a todas las vigas del Staples Center.
En 1969, cuando los Lakers aún no habían ganado ningún título en Los Ángeles, también se colgaron globos en el Forum para el séptimo juego de las finales contra los Celtics de Boston, anticipándose a un partido que nunca llegó. Ese día terminó con una mezcla de desesperación y vergüenza. Érase una vez, hace mucho tiempo, cuando los Lakers no ganaban los grandes juegos.